Hay un objetivo básico que deben perseguir padres,
profesores y gobiernos. La autonomía!. La independencia!. Los padres desean que
el hijo abandone el hogar familiar y aprenda a vivir con sus recursos. Los
profesores desean que el alumno vaya aprendiendo a hacer ciertas tareas sin que
ellos tengan que intervenir continuamente. Los gobiernos deberían procurar que
las personas del tercer sector tuvieran los recursos necesarios para disfrutar
de un mínimo de autonomía. La administración debería ayudar a las personas
dependientes, de diversas maneras: Dinero, personal, centros, teleasistencia,
...
En esta línea acabo de leer en LaVanguardia, una
noticia esperanzadora: "El Gobierno Central se compromete a destinar
más dinero para las personas dependientes". Ancianos, enfermos, y
discapacitados. En este sector hay personas desatendidas. Ahora, sin olvidar
los miles de dependientes que han muerto esperando la cobertura que la ley
prometía, nos toca pensar en los que cuentan ya con el rec
onocimiento, pero, no
reciben todavía la asistencia reconocida.
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