Cuando se habla del crecimiento demográfico, de las necesidades de esta población creciente y de la producción de alimentos, a menudo se habla de los que proporciona el campo y de los que salen de la industria. Y se dice, que los segundos, es decir los procesados, son menos saludables que los primeros.
Los naturales son más saludables. La manzana es más saludable que la tarta de manzana y la carne fresca es más saludable que la carne embutida. Esto nos hace pensar en la agricultura, en su importancia, y en la revolución, y en la mejora dentro de este sector. Hace unos días leía en LaVozdeAlmeria, que en España se estaba haciendo un gran esfuerzo, para mejorar la calidad de la producción agrícola. Este diario mencionaba un Laboratorio Universitario y sus estudios: Se estudia el suelo en el que crecen las plantas, el agua que absorben, las disoluciones que las fertilizan, y los productos resultantes. Todo por la seguridad y la Calidad.
Parece que la agricultura española va por la tercera revolución: “1ª. Fertilización. 2ª. Plagas. 3ª.Clima”. Todas ellas exitosas.. Con la Fertirrigación, ganó la planta y también el medio ambiente, pues, la utilización de productos químicos disminuía. (..). Con el Control Biológico de Plagas, se redujo muy notablemente el uso de insecticidas. Y ahora, ya en la tercera, con el Control del Clima dentro de los invernaderos se espera una reducción del consumo de agua y una mejora global.
