jueves, 9 de febrero de 2023

LOS ALIMENTOS NATURALES. LOS AMBIENTES DESIONIZADOS.

 

Sabemos que los alimentos muy procesados son peores, que los naturales . Los naturales, los que van casi directamente del huerto a la mesa. Sabemos que en los alimentos hay componentes, que puede costar digerir, o que consumidos en exceso, pueden dañar. Algunas personas no digieren la lactosa o el gluten.. Algunas personas han de reducir el consumo de la sal, el azúcar, la cafeína, el alcohol, o la grasa.(..). Los alimentos muy procesados son peores que los naturales, a pesar de ello, se siguen procesando alimentos. Muchos de ellos sin los componentes mencionados. ¡Seguimos avanzando, y seguramente , mejorando!.

Sabemos que los entornos con electrodomésticos son peores que los entornos más primitivos y naturales. Aquellas casas de antes, en las que te alumbrabas con velas, refrescabas el vino en el pozo, cocinabas con fuego de leña, y lavabas en el río. En los primeros entornos el aire está ionizado, con iones que dañan tu salud. Hoy sabemos que ventilando se resuelve una parte del problema, con unos aparatos especiales, se resuelve otra parte, y queda una parte sin resolver. ¡Es el progreso!. ¡Seguimos avanzando, y seguramente , mejorando!.

LA VIRALIDAD

 


El periodista Albert Saenz, decía que las redes sociales , se comportan, más menos, como las epidemias. “cuando todos los individuos susceptibles de ser contagiados, se han contagiado, la viralidad cae en picado”.

La comparación es buena. Dicho así, parece que no nos han de preocupar las redes, ni tampoco las epidemias... Pero, según mucha gente, Trump llegó a la Casa Blanca, usando las redes. Y usándolas se han impulsado dos asaltos de importancia: EEUU, y Brasil. Y muchos paises no se han recuperado todavía del daño que les causó la última epidemia.

Otra comparación buena: “Los virus se propagan, igual que las emociones”. Un virus contagia a una persona y esta contagia a varias personas y cada una de estas contagia a varias, y así sucesivamente. Del miedo podemos decir lo mismo. Cuando el miedo se propaga, la gente huye en masa. Cuando el odio o el entusiasmo se propaga la gente avanza y destroza en masa.

Los contenidos morbosos, es decir, los “prohibidos” se propagan con más facilidad que los saludables, porque emocionan más. Con las falsedades pasa lo mismo. Por tanto, nuestra salud mental está en peligro. A pesar de que cuando todos los individuos susceptibles de contagiarse, se contagian, la viralidad cae en picado.