jueves, 13 de enero de 2022

PERSONAS REALES, SUFRIENDO SITUACIONES MUY ESTRESANTE.

 

La realidad a menudo es estresante. A menudo sufrimos situaciones difíciles, situaciones que requieren mucho aguante. El cuerpo aguanta lo que aguanta. Si el estrés o ansiedad se alarga en el tiempo, el cuerpo puede aguantar o no.

La telerrealidad puede ser más estresante, que la realidad. Más estresante para los participantes. Lo es porque lo que hacen algunos programas de telerrealidad es explotar el estrés, es decir, las reacciones emocionales de los participantes estresados. Si estas reacciones son intensas , son más vistosas e interesantes y aumenta la audiencia.

Los participantes de estos programas son provocados. Los más frágiles se hunden. Los realities tienen víctimas. Al respecto me vienen a la mente tres titulares: 1.«Los 'realities' de televisión ya superan los 40 suicidios en todo» .ElDebate… 2. "Concursantes de reality shows que murieron inesperadamente», ElTiempo...3. «La televisión sueca cancela los realities 'Paradise Hotel' y 'Ex on the Beach' por denuncias de abusos sexuales», 20Minutos.

PAUSAS O INTERRUPCIONES. MUY SALUDABLE.

 



Cuando se habla de alargar la vida de los abuelos, o de frenar el deterioro, a menudo se escuchan expresiones redondeadas: «¡Hay que comer de todo!». «Poco plato, mucho trato, y mucha suela de zapato», «Comer la mitad, andar el doble y hacer el triple de pausas».

Acerca de la tercera expresión: Comiendo menos se vive más. Esto se ha comprobado con animales de laboratorio. Caminando, la sangre circula mejor, y los pensamientos negativos aparecen menos.

Si hacemos pausas comiendo, comeremos menos. Y si en general, llevamos una vida más pausada, es decir, si reducimos la competición, y controlamos los estribos, todo va mejor.

Sobre las pausas, acabo de leer este titular: «Navidad y Ansiedad: Saltarse la Dieta es Bueno». (..). Parece que hagas lo que hagas, hacer un alto en el camino, es necesario y bueno: Porque recuperas fuerzas y convencimiento, para después retomar el camino. Pausas clásicas: A lo largo del año una fiesta de vez en cuando. Una comida sin restricciones ocasionalmente. Ratos para tomar algo o ir al lavabo durante la jornada laboral. Una parada para tomar un café, durante el viaje.