sábado, 23 de marzo de 2019

LAS PSEUDOCIENCIAS, LAS PLEGARIAS, y EL GOBIERNO.



Los saberes que tienen base te guían mejor. Si actúas en función de los conocimientos científicos te equivocas menos. En cambio si confías en las terapias de eficacia no probada, te equivocarás más. También te equivocarás más si confías en las oraciones. Resumiendo: Ciertas terapias no resolverán tus problemas de salud. Tampoco lo hará Dios, aunque te mates rezando.
Mirando las cosas así, tendremos que estar de acuerdo con el gobierno socialista: Sacar las falsas terapias de los hospitales y de las universidades, es un objetivo correcto. También nos parece correcto que la asignatura de religión pierda peso dentro del sistema educativo. De todas las prácticas de dudosa utilidad, se han hecho dos listas: una lista de 73, claramente falsas, y una lista de 66, que no se sabe muy bien que hacer con ellas. Creo que son las que tienen algunas publicaciones científicas. (La práctica de las agujas, la de la música, la de la risa, la del masaje, y otras).
Los pseudocientíficos son un problema. Te confunden con sus mentiras: “El cáncer tiene origen emocional. Es decir, un trauma puede ponerlo en marcha. Las vacunas no son eficaces. Con la lejía, se pueden curar muchas enfermedades”. Conozco un par de víctimas de estos charlatanes.

miércoles, 13 de marzo de 2019

HOGAR SIN TÓXICOS



Durante mucho tiempo se luchó contra el tabaco. Aunque al principio, los fumadores se quejaban, ahora en general están satisfechos.. Ara podemos disfrutar de muchos espacios sin humo. Dejar de fumar aporta beneficios a todas las personas que fuman y las que no lo hacen. Web: http://www.papsf.cat/
Si antes se veía a menudo esta expresión: «Espacio sin humos». Y se hablaba a menudo del tabaco. Ahora vamos a leer esta otra: «Hogar sin tóxicos». Y se hablará más de los productos de limpieza, de ciertos envases, de ciertos medicamentos y de los insecticidas. Carlos de Prada, director de la campaña «Hogar sin Tóxicos», de la Fundación Vivo Sano, dice que su hogar está limpio: «Bicarbonato para absorber los malos olores. Vinagre para ahuyentar a los insectos. Jabón, vinagre y limón para limpiar. Y para completar el arsenal: un par de productos de tienda ecológica».
Y dice también, que para evaluar la toxicidad de los productos, los informes que emiten las industrias que los fabrican deberían contar poco. Pues no se puede ser juez y parte.